La G de Guinea

La XV Cumbre de la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP) se celebra en Bissau, donde Guinea Bissau toma el relevo como presidente del grupo para el periodo 2025-2027. El país africano ha presentado su plan para liderar una agenda centrada en el desarrollo sostenible y la mejora de la seguridad alimentaria en la región.
Este sábado 19 de julio de 2025. La capital de Guinea Bissau ha sido el escenario principal de la XV Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa, conocida como la CPLP. La reunión se desarrolló en la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores, ubicada en pleno centro de la ciudad, y tuvo como momento destacado el traspaso de la presidencia de la organización a Guinea Bissau, que liderará el bloque durante el bienio 2025-2027.
La jornada comenzó con la llegada del presidente de la República de Guinea Bissau, Umaro Sissoco Embaló, quien dio la bienvenida a los mandatarios y representantes de los países miembros y observadores de la comunidad. Entre ellos, destacó la participación del Primer Ministro de Guinea Ecuatorial, Manuel Osa Nsue, quien asistió en representación del Presidente Teodoro Obiang Nguema Mbasogo.
Durante la sesión inaugural se realizó la tradicional foto de familia, en la que participaron todos los líderes asistentes, incluidos representantes de países observadores como Senegal. Esta imagen simbolizó el inicio formal de la cumbre y también marcó el cambio de presidencia de la CPLP, que pasó de Santo Tomé y Príncipe a Guinea Bissau.
La nueva presidencia de Guinea Bissau se estrena con un lema muy claro:
“ CPLP y Soberanía Alimentaria: Un Camino para el Desarrollo Sostenible.”
Este tema fue el eje central de los debates y ha sido muy bien recibido por los demás países miembros, quienes reconocen la importancia de trabajar juntos para garantizar el acceso a alimentos suficientes, saludables y producidos localmente.
Los líderes destacaron que la CPLP puede ser una plataforma útil para crear soluciones comunes, a través de la cooperación técnica, financiación innovadora, transferencia de conocimientos y el fortalecimiento de cadenas de valor regionales, que permitan mejorar la producción y distribución de alimentos en cada país.
Durante su intervención, el Primer Ministro de Guinea Ecuatorial reafirmó el compromiso de su país con esta causa. Explicó que ya existe una hoja de ruta nacional para transformar los sistemas alimentarios del país. Esta estrategia está enfocada en:
-Reforzar la producción agrícola local
-Promover el empoderamiento de los agricultores
-Dinamizar el desarrollo de la agroindustria
-Fomentar el empleo juvenil a través del sector agrícola
Este compromiso no es solo una promesa. Guinea Ecuatorial ha empezado a implementar medidas concretas para alcanzar estos objetivos, apostando por una mayor inversión en el campo, la formación técnica de los jóvenes y el uso de nuevas tecnologías aplicadas al sector agrícola.
La cumbre ha dejado claro que los nueve países miembros de la CPLP están decididos a no escatimar esfuerzos en la lucha contra la inseguridad alimentaria. Todos coinciden en que garantizar la soberanía alimentaria no es solo una necesidad económica o social, sino un imperativo político de primer nivel.
Este reto se enfrenta en un momento clave, donde los efectos del cambio climático, las crisis económicas y los conflictos globales afectan la producción y distribución de alimentos. Por eso, la unidad, la cooperación y la acción coordinada entre los países lusófonos se presenta como una herramienta fundamental para avanzar hacia un futuro más justo y sostenible.
Guinea Bissau inicia su presidencia en la CPLP con una agenda clara y un mensaje fuerte: la soberanía alimentaria es esencial para el desarrollo de nuestras naciones. Con la colaboración de todos los miembros y el apoyo de los países observadores, el objetivo de mejorar la calidad de vida de millones de personas está más cerca.