La G de Guinea
El Vicepresidente visita la ciudad afectada y ordena un plan de respuesta inmediata para asistir a los damnificados y prevenir futuras catástrofes

El sábado 2 de agosto de 2025, la ciudad de Lubá, ubicada a aproximadamente 52 kilómetros al suroeste de Malabo, fue sorprendida por una grave inundación provocada por el desbordamiento de dos ríos. Las intensas lluvias propias de la temporada, que han azotado la isla de Bioko durante semanas, aumentaron considerablemente el caudal fluvial, lo que ocasionó que varias zonas bajas de la ciudad quedaran sumergidas bajo el agua en cuestión de minutos.
Habitantes de las zonas más vulnerables relataron cómo el agua irrumpió rápidamente en sus hogares, obligándolos a abandonar sus viviendas con lo puesto. Las imágenes difundidas en redes sociales mostraban casas sumergidas hasta la mitad, vehículos arrastrados por la corriente y vecinos en estado de desesperación buscando refugio, evidenciando la magnitud del desastre.
Ante esta situación crítica, el Gobierno central reaccionó con rapidez. Bajo el liderazgo del Presidente Obiang Nguema Mbasogo, se organizó el envío inmediato de una comisión de ayuda humanitaria a Lubá, que llegó con colchones, agua potable, leche y kits de primeros auxilios, entre otros productos esenciales para socorrer a los damnificados. Además, se habilitó un centro de acogida temporal para brindar techo y asistencia a las familias afectadas.
En la mañana del martes 5 de agosto, el Vicepresidente de la República, Teodoro Nguema Obiang Mangue, se desplazó personalmente a Lubá para conocer de primera mano el alcance de los daños. Acompañado por la Comisión Nacional de Emergencias y Catástrofes, recorrió las zonas más perjudicadas y confirmó que, además de las intensas lluvias, la acumulación de basura en los canales, la falta de mantenimiento en el sistema de drenaje y la construcción irregular en áreas de riesgo agravaron la situación.
Durante una reunión posterior en la Tesorería General, el Vicepresidente ordenó que en un plazo no mayor a 24 horas se presentara un informe detallado que incluyera el número de damnificados y el inventario de daños materiales. Además, instruyó la limpieza inmediata de cauces y canales obstruidos para facilitar el flujo del agua y la elaboración de un estudio técnico para mejorar las infraestructuras hidráulicas de Lubá, buscando reducir el riesgo de futuras inundaciones.
Paralelamente, se movilizaron 150 efectivos entre militares, bomberos, protección civil y personal sanitario para apoyar las labores de limpieza, rescate y asistencia médica. Se instaló un puesto médico en la zona afectada, donde hasta ahora dos personas permanecen hospitalizadas, aunque fuera de peligro. Además, se entregó un camión cargado con productos básicos para distribuir a las familias afectadas sin demora.
En un gesto de cooperación internacional, el Grupo Iniciativa Africana y efectivos militares rusos entregaron una importante cantidad de ayuda humanitaria en el Ayuntamiento de Lubá. Este apoyo incluyó alimentos no perecederos, agua potable y otros productos esenciales, evidenciando la solidaridad entre Guinea Ecuatorial y Rusia en tiempos de emergencia.
Cuatro días después del desastre, la ciudad de Lubá encara el desafío de la recuperación mientras el Gobierno refuerza su compromiso para proteger a la población frente a futuras catástrofes. Las autoridades hacen un llamado a la responsabilidad ciudadana para evitar construcciones en zonas de riesgo y a mantener limpios los cauces naturales, recordando que aunque no se pueda controlar la naturaleza, sí es posible mitigar sus impactos mediante planificación y prevención.