La G de Guinea
Desde el pasado martes, 30 de abril, varias personas fueron detenidas después de que el Parlamento británico aprobara la ley de deportación de los inmigrantes ilegales.
El Gobierno británico planea iniciar los viajes con inmigrantes deportados a Ruanda a partir de julio, según anunció Rishi Sunak, alto funcionario británico. El objetivo es llegar a los 5.700 deportados en este año, por lo que las detenciones seguirán en diferentes ciudades y «según la condición de cada inmigrante podría ser deportado o no». Estas fueron algunas de las palabras de Rishi.
En abril, el Parlamento aprobó una legislación que halla el camino para que los solicitantes de asilo que llegan a Gran Bretaña sin permiso sean enviados de regreso a Ruanda, al considerar dicho país como “seguro” y por los acuerdos existentes entre ambos Estados.
Las autoridades del Reino Unido comenzaron a detener a los inmigrantes que llegaron a las islas británicas de forma ilegal y posteriormente serán deportados a Ruanda en vuelos habilitados para tal operación.
Esta nueva política gira en torno a un tratado suscrito con Ruanda, catalogado como «un país seguro». El Tribunal Supremo británico tumbó en 2023 el proyecto previo de deportaciones y las organizaciones defensoras de los Derechos Humanos, incluida la ONU, cuestionaron este segundo intento por considerar que no garantiza los derechos y libertades ante las acciones adoptadas por el Gobierno.
En una entrevista, el Ministro de Interior, James Cleverley, dijo: «Nuestros dedicados equipos de aplicaciones de la ley trabajan a buen ritmo para detener rápidamente a aquellos que no tienen derecho a estar aquí, para que podamos comenzar a volar».
Según el Ministro del Interior británico, se espera que los primeros vuelos despeguen en un plazo de «entre nueve y once semanas».
El líder conservador enmarcó estos esfuerzos dentro de una «respuesta pionera» por parte de Londres en el «reto global de la migración ilegal». «Hemos trabajado incansablemente para aprobar una nueva y contundente ley para llevar a cabo» las deportaciones, las condiciones del momento lo exigen, señaló.
Sin embargo, las autoridades británicas defienden, tanto la legalidad, como la conveniencia de este nuevo programa, con el objetivo declarado de reducir la llegada de migrantes a través del canal de la Mancha. «Frenar los barcos y romper el modelo de negocio de las bandas que trafican con personas», insistió Cleverly en el comunicado de su departamento.