Elon Musk apaga la luz en La Casa Blanca: fin de su alianza con Trump

El magnate deja la agencia de eficiencia tras criticar que el plan fiscal “aumenta el déficit” y contradice los esfuerzos por reducir el gasto público

El empresario Elon Musk durante su periodo como asesor en el gobierno de Donald Trump.

Elon Musk ha puesto fin a su participación como asesor del gobierno de Donald Trump. El empresario, conocido por su rol al frente de Tesla y SpaceX, anunció su salida del grupo de trabajo para la reducción del gasto público, tras mostrar su desacuerdo con el nuevo plan presupuestario impulsado por el mandatario republicano. Designado como “Empleado Especial del Gobierno”, Musk había asumido en enero un rol clave en la agencia DOGE, encargada de fomentar la eficiencia gubernamental.

Musk compartió el anuncio en su red social X, donde agradeció a Trump por la oportunidad y expresó su deseo de que la agencia que dirigió “se convierta en una forma de vida en todo el gobierno”. Según un portavoz de la Casa Blanca, su salida comenzó oficialmente la noche del miércoles. Aunque su mandato estaba previsto para un máximo de 130 días por año, la ruptura se precipitó tras sus críticas al plan fiscal de la administración.

En una entrevista con CBS News, Musk se mostró decepcionado con el presupuesto aprobado por la Cámara de Representantes, al que calificó de “deficitario y contradictorio”. El magnate señaló que el nuevo plan, que incluye aumentos en el gasto en defensa y exenciones fiscales multimillonarias, va en contra de los esfuerzos realizados por su equipo para reducir el déficit público. “No solo no reduce, sino que aumenta el déficit presupuestario”, lamentó.

DOGE, acrónimo del Departamento de Eficiencia Gubernamental, fue creado a inicios de este año como una herramienta interna para auditar el gasto federal. Desde su creación, Musk impulsó medidas como el recorte de fondos para la ayuda exterior, con el objetivo de priorizar la inversión nacional. Su papel, aunque informal, fue clave en la narrativa de ahorro promovida por la Casa Blanca en los primeros meses del nuevo mandato de Trump.

El presupuesto actual, que aún debe pasar por el Senado, propone ampliar el techo de deuda a 4 billones de dólares, extender los recortes fiscales de 2017 y financiar masivas deportaciones. Para Musk, este giro representa una ruptura con la lógica de contención del gasto que él defendía. “Un proyecto puede ser grande o hermoso, pero no sé si puede ser ambas cosas”, ironizó, citando el apodo que Trump dio al plan fiscal: “el grande y hermoso proyecto de ley”.

Más allá del contenido presupuestario, el distanciamiento entre Musk y Trump marca un cambio en su relación política. El empresario fue uno de los mayores donantes en la campaña que llevó nuevamente a Trump a la Casa Blanca, con aportaciones que superaron los 250 millones de dólares. Sin embargo, su decisión de hacer públicas sus críticas podría significar un quiebre definitivo entre dos figuras que han compartido intereses estratégicos en el pasado.

La renuncia de Musk también plantea interrogantes sobre el futuro de DOGE y del esfuerzo por contener el gasto federal desde dentro del gobierno. Mientras el Congreso debate el rumbo económico del país, la salida del “zar del ahorro” representa el fin de una etapa que buscaba aplicar lógica empresarial a la administración pública, en un intento de renovación que ahora queda en entredicho.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

¡Anuncie aquí su negocio!