La G de Guinea
Apenas seis días después de asumir el cargo, Alejandro Arcos Catalán, alcalde de Chilpancingo, Guerrero, fue decapitado este domingo.
El pasado domingo 7 de octubre de 2024, Alejandro Arcos Catalán, alcalde de Chilpancingo, Guerrero, fue brutalmente asesinado. Apenas seis días después de haber asumido el cargo, su cuerpo decapitado fue hallado dentro de una camioneta estacionada en la colonia Villas del Roble, al oriente de la ciudad. La cabeza de Arcos fue colocada sobre el capó del vehículo.
Arcos, quien representaba a la coalición opositora PRI-PAN-PRD, había solicitado protección de las fuerzas federales tras el asesinato, tres días antes, de Francisco Tapia, a quien recién había nombrado secretario del Ayuntamiento. Este trágico evento aumenta la preocupación sobre la escalada de violencia en Guerrero, particularmente en su capital.
La Fiscalía General del Estado de Guerrero inició una investigación para dar con los responsables del homicidio. Agentes de la Policía Investigadora Ministerial y los Servicios Periciales acudieron al lugar de los hechos para recopilar pruebas que ayuden a esclarecer el crimen.
Horas antes de su asesinato, Arcos realizó una visita a la comunidad de Tepechicotlán, afectada por el huracán John. En esa ocasión, estuvo acompañado por miembros del Ejército que colaboraban en la reparación de los daños causados por el fenómeno natural. Arcos había prometido devolver la paz a Chilpancingo, pidiendo la unidad de la población en su toma de protesta.
La presidenta Claudia Sheinbaum se refirió al caso durante su conferencia matutina del lunes, expresando que las investigaciones estaban en curso para determinar los motivos detrás del crimen. Destacó que Chilpancingo no figura entre los municipios con mayor índice de homicidios, pero que este asesinato, junto con el del responsable de seguridad días antes, subraya la necesidad de fortalecer el sistema de inteligencia del país.
Alejandro Arcos Catalán: una vida de servicio público
Nacido el 12 de febrero de 1981 en Chilpancingo, Guerrero, Alejandro Arcos Catalán, de 43 años, provenía de una familia de comerciantes y dedicó gran parte de su vida al servicio público. Con un título en Ciencias Políticas y Administración Pública, comenzó su carrera en el gobierno en 1994. Entre otros cargos, dirigió el Catastro de Chilpancingo, mejorando los ingresos municipales, y fue director del Instituto Guerrerense para la Atención Integral de las Personas Adultas Mayores (IGATIPAM), donde promovió reformas para proteger los derechos de los adultos mayores.