Descubren debajo de una iglesia de la Edad Media un tesoro religioso con un detalle espiritual

El tesoro religioso descubierto debajo de una iglesia de la Edad Media. La nación.com

Arqueólogos de la Universidad de Innsbruchk, Austria, hallaron una joya religiosa que data de hace 1500 años en un antiguo asentamiento montañoso. Según describen los datos preliminares, se trataría de los restos de una vieja iglesia paleocristiana de la que, en la actualidad, solo quedan escombros. El tesoro corresponde a la Edad Media y tiene una representación de un pasaje bíblico.

El reciente descubrimiento ilusionó a los fanáticos religiosos y de la historia antigua. Este tipo de sucesos no suele ser común en el país del este europeo, a pesar de que, a diario, en las tierras vecinas, como Alemania, aparecen «tesoros» gracias a las constantes expediciones.
El asentamiento se localizó en la cima de la colina Burgbichl, en el lado sur del Drau, a unos 170 metros del valle superior del Drava. En medio de una serie de trabajos sobre este terreno, desenterraron un altar de 20×30 centímetros y, es allí donde encontraron un relicario de marfil fragmentado.
Se trata de un recipiente para guardar diferentes objetos valiosos con los que se celebraban las misas en la antigüedad o, más bien, donde los creyentes colocaban pertenencias afines.
El uso de relicarios se convirtió en una costumbre a partir del siglo IV D.C. Era una práctica cristiana normalizada en la época y estos se exhibían en público para los peregrinos, en las misas o se transportaban durante festividades en honor a los santos.
En uno de los laterales de este objeto, se talló la representación de un pasaje bíblico: había una montaña y un hombre que apartaba la mirada de ella, al mismo tiempo que se extendía, desde el cielo, una mano hacia él. Esto se interpretó como la entrega de los diez mandamientos de Dios a Moisés en el monte Sinaí, que se escribió por primera vez en el libro de Josué 8: 31-32.
En otro de los laterales, se delinearon algunos personajes de la Biblia, como un hombre montado en un carro y una mano sobre él que se extendía desde el cielo para llevárselo. «Suponemos que se trata de una representación de la ascensión de Cristo, el cumplimiento de la alianza con Dios», explicó un experto.
Gerald Grabherr, descubridor de este tesoro y representante de la Universidad de Innsbruchk, destacó» tenemos conocimiento de alrededor de 40 contenedores de marfil de este tipo en todo el mundo y, hasta donde sé, la última vez que se encontró uno de ellos fue durante una excavación hace 100 años. Los pocos cofres que existen están conservados en tesoros de catedrales o expuestos en museos».
Por último, el autor del descubrimiento resaltó también que el tesoro recientemente descubierto era también considerado «sagrado y tratado como tal porque estuvo en contacto con una reliquia. No se puede negar la importancia arqueológica e historia de la pixide», concluyó.

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