La G de Guinea
Amunike se convierte en el nuevo seleccionador de Nigeria, asumiendo el desafío de liderar a las Súper Aguilas hacia el éxito internacional tras la salida de Peseiro. Con experiencia en el banquillo y un pasado glorioso como jugador
Tras la partida del portugués Peseiro, la Federación Nigeriana de Fútbol ha nombrado a Amunike como el nuevo líder del equipo nacional. Con una carrera destacada como jugador, que incluye ser campeón olímpico en 1996, Amunike también tiene experiencia en el ámbito del entrenamiento, habiendo guiado a la selección Sub-17 de Nigeria hacia la victoria en el Mundial de 2015, donde contó con talentos como Osimhen y Chukwueze.
A pesar de su éxito inicial, Amunike ha tenido una carrera discreta como entrenador, con breves períodos en los banquillos. Sin embargo, su logro más reciente fue clasificar a Tanzania para la Copa de África 2019 después de 40 años de ausencia en el torneo.
Con su amplia experiencia tanto en el terreno de juego como en el banquillo, Amunike se enfrenta al desafío de dirigir a las Súper Aguilas hacia nuevas alturas en el escenario internacional, mientras la afición espera repetir la gloria de épocas pasadas.
Emmanuel Amunike, nacido el 25 de diciembre de 1970 en Obodo, Nigeria, dejó una huella imborrable en el Barcelona durante su paso por el club entre 1997 y 2000. Como delantero, contribuyó al equipo con su habilidad goleadora y su incansable espíritu competitivo, ganando dos títulos de Copa del Rey, una Liga, una Recopa y una Supercopa de Europa.
Su destreza en el terreno de juego le valió también el reconocimiento internacional, siendo un pilar clave en la selección nigeriana, donde disputó 27 partidos internacionales y marcó 9 goles. Amunike brilló especialmente en la Copa Mundial de Fútbol de 1994, donde anotó goles cruciales contra Bulgaria e Italia, contribuyendo a la histórica victoria de Nigeria en la Copa Africana de Naciones ese mismo año.
En los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, Amunike alcanzó la cima de su carrera al marcar el gol decisivo que otorgó a Nigeria la medalla de oro en la final contra Argentina. Su legado como futbolista trasciende fronteras, destacando por su dedicación, talento y contribuciones tanto a nivel de clubes como con la selección nacional, consolidándose como uno de los grandes íconos del fútbol africano.