La G de Guinea
La Selectividad es uno de los momentos más determinantes en la vida académica de los estudiantes. A pocos días de enfrentarse a esta prueba, varios alumnos de diferentes centros educativos han compartido sus opiniones sobre lo que significa para ellos este examen.
Félix Motogo, estudiante de Humanidades en el colegio privado Divino Pastor, describe la Selectividad como una prueba que marca un antes y un después: “No es solo un examen, es el paso del colegio a la universidad, y también una forma en la que el sistema mide, en unos pocos días, todo el esfuerzo de años”, afirma. Para él, representa más una barrera que una oportunidad, aunque reconoce que la clave está en repasar constantemente.
Por su parte, Elena Dolores, alumna del centro privado Bisila de Malabo en la rama de Ciencias, señala que es una fase decisiva que genera presión y ansiedad entre muchos jóvenes: “Muchos lo ven como un desafío, pero el temor a no lograrlo desanima a muchos. Yo la veo como una oportunidad para demostrar lo aprendido, aunque necesitamos más apoyo de nuestros profesores”.
Desde el colegio Santo Tomás de Aquino, el estudiante de Ciencias María del Pilar Andong considera que el examen no es difícil por sí mismo, pero que el miedo viene del volumen de contenido: “Lo que provoca miedo en los estudiantes es que engloba casi todo, y muchos tienen miedo de haber olvidado algunas cosas”.
Una compañera suya, que prefiere permanecer en el anonimato, lo resume de forma clara: “Es como hacer un examen de nivel que sirve como un pasaporte para la universidad”.
En el centro público INES Bioko Norte, Miguel Ángel Okike muestra confianza: “No tengo miedo, porque para mí es un examen normal, como todos los exámenes”.
Finalmente, Medianera Abaga, estudiante de Tecnología en CANIGE, ofrece una visión más crítica y reflexiva:“La Selectividad es la puerta de entrada a la universidad y, por lo tanto, a oportunidades laborales. Pero también puede ser una fuente de desigualdad, ya que no todos tienen los mismos recursos. Es importante implementar políticas que promuevan la equidad en este proceso”.
Estas voces reflejan las distintas emociones que despierta esta prueba: nerviosismo, esperanza, crítica y determinación. Lo que está claro es que la Selectividad no deja indiferente a nadie y representa un momento clave en la trayectoria educativa de miles de jóvenes guineoecuatorianos.
