La G de Guinea
El movimiento pro-democracia lucha por el cambio (LUCHA) denunció en redes sociales que el número de muertos de manifestantes civiles no armados a manos de los militares de la República democrática del Congo aumentó a más de 48, 168 personas fueron heridas y varios detenidos.
El miércoles de la semana pasada, un grupo de militares asaltó la radio de una secta, matando a una presentadora y sus cinco invitados, tras lo cual fueron a la “iglesia”, donde fusilaron a 48 personas.
Los manifestantes exigían la salida de los cascos azules, a quienes acusaban de no haber hecho nada contra la violencia de las milicias locales durante años, así como otras entidades internacionales.
En dos videos grabados en un barrio de Goma, viralizados en las redes sociales, se ve a militares de la unidad de élite lanzando una decena de cadáveres detrás de un coche militar, según la agencia de información (swissinfo).
El miércoles, los militares de la República Democrática del Congo impidieron que una secta religiosa celebrará una manifestación en contra de la fuerza de paz de las Naciones Unidas en la ciudad de Goma, al este del país, frontera con Ruanda y Uganda, lugar que lleva tres décadas expuesto a la violencia de las milicias, legado de las guerras de los años 1990 y 2000, cuando las fuerzas de seguridad congoleñas dispararon y mataron a decenas de protestantes e hirieron a muchos más.
El año pasado, decenas de personas murieron en las protestas Anti – ONU en el este de la República democrática del Congo (RDC), entre ellos cuatro soldados de paz.
Este último episodio se produce en medio del debate sobre una retirada de la misión de la ONU, que está siendo llevada a cabo por unos 16.000 efectivos ubicados entre norte y sur de la provincia de Kivu del país africano.
El alcalde de Goma, Faustina Napenda Kapend, había prohibido las protestas el 23 de agosto, poco después de que fueran anunciadas. Las fuerzas de seguridad y defensa congoleñas se habían concentrado en los puntos donde estaba previsto que se reunieran los manifestantes y, poco después, a las cuatro de la madrugada del pasado miércoles, 26 de agosto, estallaron los hechos de violencia.
El año pasado, el presidente congoleño, Félix Tshisekedi, dijo en medios franceses que no había motivos para mantener la misión más allá de las elecciones presidenciales del 2023.
Sin embargo, muchas fuentes afirman que «durante la operación, 48 manifestantes fueron abatidos a tiros por los militares del mismo país, 75 heridos y 168 personas detenidas durante las protestas. Hay otros cuerpos escondidos, sobre todo en el hospital militar del campo katindo» según la agencia de información (fusernews).
Las misiones de paz de la ONU empezaron a operar en la República Democrática del Congo en el año 1999. Tres décadas del conflicto en la región han causado el desplazamiento de más de seis millones de personas, según las Naciones Unidas, y la crisis se intensificó el 2021.
Los detractores afirman que la misión, que fue objeto de las protestas en las que hubo muertos en 2022, ha hecho poco para proteger a los civiles frente a diversos conflictos en el este del país, sin embargo, un documento interno de las fuerzas congoleñas (FARDC), verificado por fuentes militares y la inteligencia dice que «se incautaron algunas armas blancas».
Un activista pro-democracia, Jak Sinzahere, acusó a las fuerzas armadas congoleñas de haber «asaltado la radio».
