La G de Guinea
Después de la retirada parcial de la policía de tráfico y municipal en las carreteras y diferentes avenidas o lugares señalizados como contra dirección en la ciudad de Malabo y Bata, llega la revuelta en la circulación, y los conductores se adueñan de las vías públicas, violando los códigos de la seguridad vial.
Tras la reunión celebrada con las autoridades del Ministerio del Interior y Corporaciones Locales y la Dirección General de Tráfico con el vicepresidente de la república de Guinea Ecuatorial, el jueves 1 junio, donde se solicitó el cambio de todos los policías de tráfico en las grandes ciudades de Guinea Ecuatorial, por las denuncias presentadas por los conductores y, que dio como resultado, el cambio de todos los policías de tráfico de Malabo y Bata, así como la retirada temporal de los hombres de silbatos y de la municipalidad; la conducción temeraria ha incrementado en las últimas semanas por parte de los conductores del servicio público de taxis y los privados, quienes, al sentirse libres, han comenzado a actuar como si cada uno pudiera maniobrar donde quisiera sin tener en cuenta la señalización vial y han incurrido en crear sus propias direcciones.
La moraleja obtenida de esta situación podría ser, tragedia tras tragedia, por la mala conducción que se vive en las carreteras del casco urbano en las dos grandes ciudades de Guinea Ecuatorial, al no tener los que reculen la circulación por de momento; lo que podría causar accidentes de circulación e incluso pérdidas de vidas humanas e insultos entre ellos.
Atendiendo a este problema y el riesgo que corren los ciudadanos, la población ha comenzado a echar de menos a los encargados de controlar la circulación. Por lo que se ha podido constatar, muchos de los conductores que crean problemas no han pasado por la autoescuela, sino que la mayoría son procedencia de lavados de coches, o conductores de volantes, pero eso no puede ser excusa para la mala conducción. La causa principal de los problemas actuales es la falta de responsabilidad social.
En el caso de conductores de vehículos públicos y privados, recordamos que tiempo atrás, la población reclamaba al gobierno que se retirase los policías de tráfico en las calles de las cabeceras provinciales de Guinea Ecuatorial; como resultado, el Gobierno atendió sus demandas y procedió a retirar dicho cuerpo de policía, dejando en manos de los ciudadanos la responsabilidad de conducir con la suficiente madurez y precaución necesarias.
Sin siquiera haberse cumplido tres meses desde que se tomó la decisión, la población comenzó a apreciar la labor de los policías de tráfico y demandar su regreso.
Al presenciar por las avenidas la mala conducción, la población batense comenzó a extrañar a los policías de tráfico, casi reclamando su retorno: “la mala conducción que se registra en las vías se debe al aumento de los vehículos, después que los tráficos dejaron de parar en las carreteras había muchos coches que la gente tenían en casas que por tema de la documentación y el estado de los mismos no podían salir a la calle a hacer el servicio de taxi, por no reunir condiciones, pero ahora que ya no hay tráfico, todos están buscando algo para la familia, hasta los que todavía no dominan la ciudad y los que no tienen ningún papel, ni saben conducir, por ello hay este desorden como lo ven ustedes” señaló un taxista en una entrevista.