La G de Guinea
Los países cuyas capitales son Uagadugu y Niamey ya no forman parte de la organización antiyihadista G5 Sahel, y firman una alianza de defensa colectiva con Malí.
Los líderes militares de Burkina Faso y Níger declararon, en un comunicado conjunto, que abandonaban, desde el 29 de noviembre, la fuerza antiyihadista de Sahel G5, una de las regiones más conflictivas del mundo. La decisión fue tomada en el noveno año de vigencia, después de Malí, que fue el primer país en retirarse en 2022.
Los dos países retirados llevaban formando parte del G5 Sahel desde hacía diez años, junto con Mauritania, Chad y Malí. Con esta retirada, el G5 deja de existir, ya que Mauritania y Chad no están fuertemente afectados por el terrorismo como los tres retirados.
«Los dos Estados piensan que el G5 Sahel no puede servir intereses extranjeros en detrimento de los pueblos de Sahel y, menos aún, aceptar el dictado de cualquier potencia en nombre de una asociación equivocada que niega el derecho de la soberanía de nuestros pueblos y nuestros Estados», se lee en el comunicado emitido por la prensa conjunta.
Tras la retirada en la organización dirigida por potencias Europeas, los dos países dicen estar convencidos de «la necesidad de un compromiso en solitario de sus Estados en la lucha contra el terrorismo y la criminalidad fronterizada» con el objetivo de conseguir una paz duradera en el Sahel, sin apoyo de las antiguas metrópolis, como Francia.
Níger y Burkina Faso se comprometen, en el comunicado, a «mantener su dinámica de cooperación» en el marco de la alianza en los Estados de Sahel (creada con Malí), para hacer del Sahel «un espacio de soberanía asumida por la reconquista de nuestros territorios y la restauración de la Paz y Seguridad, garante de un desarrollo compartido por los pueblos del Sahel”.
Níger, Burkina Faso y Malí «se comprometen a combatir el terrorismo en todas sus formas y la delincuencia organizada en el espacio común de la alianza», según la noticia oficial.
También «trabajarán para prevenir, gestionar y resolver cualquier rebelión armada y otra amenaza que afecte la integridad territorial y la soberanía de cada uno de los países miembros de la nueva alianza creada, favoreciendo la vía pacífica y diplomática», para resolver los asuntos .
La llamada Alianza de los Estados de Sahel fue rubricada en la capital de Mali (Bamako) por los jefes de Estado de Burkina Faso, capitán Ibrahim Traore, Malí, coronel Assimi Goita y Níger, el general Abdourahamane Tiani, comprometidos a garantizar la seguridad con la nueva alianza.
«El objetivo de esta alianza es establecer una arquitectura de defensa colectiva y asistencia mutua en beneficio de las poblaciones de los tres países», afirmó la presidencia burkinesa en un comunicado.
Los tres países sufren azotes de los grupos yihadistas ligados a Al Qaeda y el Estado islámico, y han visto tensadas sus relaciones con naciones vecinas y la comunidad internacional debido a los golpes de Estado que han llevado al poder a las juntas militares.