La G de Guinea
Los cinco obispos de la Conferencia Episcopal de Guinea Ecuatorial iniciaron la peregrinación que cada cinco años debe realizarse a la Santa Sede Apostólica como manifestación de la plena comunión con la Iglesia Universal. Los sucesores de los apóstoles rezarán ante las tumbas de los apóstoles Pedro y Pablo, además, informarán al Santo Padre, como sucesor de Pedro, de la situación de cada una de las iglesias particulares bajo el gobierno pastoral de los cinco.
Una semana de intensa agenda
Los prelados de la Iglesia en Guinea Ecuatorial quisieron arrancar esta visita con unos ejercicios espirituales que concluyeron el pasado domingo, 9 de junio, para así, con renovado ambiente de frescura espiritual, poder recorrer los departamentos, las correspondientes reuniones y las celebraciones eucarísticas en las principales basílicas de la ciudad eterna.
Acompañados por el nuncio de Su Santidad para Camerún y Guinea Ecuatorial y el Secretario General de la Conferencia Episcopal, los obispos expondrán ante los distintos encuentros información referente a sus iglesias, como el número de parroquias, asociaciones, la vida de los sacerdotes, los centros educativos, los sacramentos administrados, los seminarios, las asociaciones, entre otros datos.
Las primeras actividades de este lunes fueron el encuentro dicasterio de la causa de los santos, el encuentro del clero, la Eucaristía en la Basílica de Santa María y la reunión con la Comisión de la Protección de los Menores. Se trata de un intenso ritmo de trabajo, donde los obispos de Guinea Ecuatorial visitarán más de tres dicasterios en cada jornada de trabajo y allí expondrán toda la información espiritual y moral de cada una de las cinco diócesis de uno de los países más católicos de África, y también recibirán orientaciones y consejos los departamos que coordinan la vida de la Iglesia Universal.
De los momentos más importantes de esta peregrinación tenemos la visita y celebración de la Eucaristía ante la tumba de San Pedro, en la cripta dedicada a su nombre; la prolongada reunión en la Secretaría del Estado del Vaticano, el martes; la misa ante la tumba de San Pablo, en la tarde del miércoles, en la Basílica de los Extramuros; y la jornada de convivencia con el Papa Francisco, el viernes, que será el último día de una agitada semana que renovará y confirmará la fe de toda la Iglesia en Guinea Ecuatoria.
Orígenes de la Visita “ad limina”
La visita ad limina apostoloroum es una visita tradicional e histórica en la vida de la Iglesia. Es un momento de compartir la comunión y tiene su origen en el Nuevo Testamento. En la Carta de San Pablo a los Gálatas ya encontramos noticias de estos primeros encuentros de intercambio de la tarea evangelizadora: «Más tarde, al cabo de tres años, subí a Jerusalén para conocer Cefas, y pasé quince días con él (Ga 1,18)», durante esta visita, San Pablo rindió cuentas a Pedro sobre su misión evangelizadora y las dificultades que encontró en su territorio misionero.
Desde entonces, estas visitas fueron una ocasión de enriquecimiento de experiencias y manifestación de la catolicidad de la Iglesia, es decir, su vocación universal, una misión que comparten todos sus pastores, como insistieron los Papas León I y Gregorio I en los siglos V y VI.
