Los sacerdotes de Guinea Ecuatorial renuevan sus votos ante sus respectivos obispos y juntos concelebran la Misa Crismal

El obispo de Mongomo y presidente de la Conferencia Episcopal de Guinea Ecuatorial con su clero, después de la Misa Crismal

La Semana Santa es el epicentro de toda la fe de la Iglesia, es un tiempo de contemplación y renovación de los vínculos de la fe de todo el pueblo de Dios. En la jornada del Jueves Santo, Jesús instituyó el mandamiento del amor, la Eucaristía y el sacerdocio, por eso los sacerdotes de cada Iglesia diocesana, renuevan, ante su obispo y ante el pueblo de Dios, su adhesión a Jesucristo, como lo hicieran el día de la ordenación. Además, el obispo y su presbiterio bendicen los tres óleos con los que la Iglesia confortará y consagrará a los fieles hasta la Pascua del próximo año.

Los cinco obispos del pueblo de Dios en Guinea Ecuatorial han celebrado esta solemne Misa, si las diócesis de Ebibeyín, Bata y Mongomo lo hicieron el Miércoles Santo, por razones pastorales, sobre todo, para facilitar el regreso de los sacerdotes a sus destinos. Sin embargo, la archidiócesis de Malabo y la diócesis de Evinayong han conmemorado la institución del sacramento del Orden Sacerdotal en la misma jornada del Jueves Santo, el día en que Jesús puso en marcha este estilo de una vida entregada para la edificación de la Iglesia.

Esta Eucaristía de la Misa Crismal tiene dos momentos extraordinarios. El primero de ellos se sitúa después de la homilía. Cuando los sacerdotes, se comprometen a estar mucho más vinculados a Jesús, cumpliendo sus deberes sagrados, también aceptan que seguirán presidiendo las acciones litúrgicas y renuevan que, seguirán, otro año más, el estilo de vida de Jesús en la austeridad de vida. Finalmente, el obispo pide a la asamblea que rece por ellos y por él mismo, para todos los cristianos caminen hacia el cielo.

El obispo y sacerdotes de la diócesis de Evinayong, posan en la puerta de la Catedral de San José con los óleos bendecidos después de la Misa Crismal

¿Misa Crisma?

 La Consagración del Santo Crisma, es el segundo momento más importante de esta Celebración. El Obispo y su presbiterio juntos consagran el principal aceite que la Iglesia utiliza para consagrar, tanto a las personas, como a los nuevos templos y sus altares. Por eso esta Eucaristía se llama: Misa Crismal. Este óleo recibe su nombre de Cristo mismo, su composición recuerda la doble naturaleza de Jesús, como Dios y hombre, por eso se componen con elementos perenne como el bálsamo y efímeros como el aceite de oliva.

 Durante su confección y antes de la oración que lo transforma en óleo santo, el obispo sopla sobre la mezcla. Así actualización del soplo que Dios realizo en la creación del ser humano y renovó Cristo después de su Resurrección. El uso de este óleo está muy extendido en la Sagrada Escritura y la Iglesia prolonga su utilización, cuando consagra a los creyentes con la signación en el Bautismo, en la Confirmación, en la palma de las manos durante la ordenación de los neopresbíteros o so se derrama sobre cabeza los nuevos obispos, en los muros y en altar durante la consagración de los nuevos templos.

En esta misma Eucaristía, el Obispo bendice el óleo de los enfermos y el de los catecúmenos, dos aceites destinados para confortar a los cristianos con la ayuda de Jesucristo durante su lucha contra las fuerzas del mal y en la enfermedad, ya sea el día del Bautismo y en la unción de los enfermos. Después de esta Misa, los sacerdotes llevan a sus parroquias estos tres aceites para su servicio pastoral durante todo el año, hasta que sean consagrados de nuevo el Jueves Santo del año siguiente.

El arzobispo metropolitano de la archidiocesus de Malabo con su clero, momentos a la Salida de la Misa Crismal

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *