La G de Guinea
Son palabras extraídas de la intervención del presidente ecuatoguineano durante la 111ª reunión de la Conferencia Internacional de Trabajo de la Organización de las Naciones Unidas, señalando además, que «se debe adoptar un convenio internacional vinculante sobre el Derecho al Desarrollo para que los países desarrollados acepten que el Derecho al Desarrollo es un Derecho Humano».
El 14 de junio del presente año, todos los países miembros de las Naciones Unidas prosiguieron con los trabajos de la 111ª reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo que se está desarrollando en Ginebra, donde pudo intervenir la comisión de Guinea Ecuatorial encabezada por el Jefe de Estado Obiang Nguema Mbasogo.
En este sentido, partiendo del lema de esta edición “Justicia Social para todos”, el presidente en sus reflexiones señaló que para Guinea Ecuatorial, la justicia social debe consistir en crear las condiciones para que todas las personas tengan los mismos derechos y las mismas oportunidades. Dicho lo cual, la ONU debería establecer mecanismos más eficaces y eficientes para la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, lo que implica igualdad de trato y oportunidades, independientemente de su origen e identidad.
En suma, se debe adoptar un convenio internacional vinculante sobre el Derecho al Desarrollo para que los países desarrollados acepten que el Derecho al Desarrollo es un Derecho Humano. En efecto, apoyándose sobre el avance de los países en vía de desarrollo para que los ya desarrollados acepten como derecho Humano el derecho al desarrollo.
«La injusticia social, cuyos efectos se quiere mitigar, es causa de la pobreza, los conflictos y la discriminación; conductas que, afectando a las personas individualmente, no dejan exentos de responsabilidad a muchos gobiernos, sobre todo de los países industrializados, por las políticas que aplican en relación con los países en desarrollo, lo cual genera problemas de distintos grados, como la pobreza y la discriminación», recordó el presidente de Malabo a la Comunidad Internacional presente en este evento.
Dentro de su discurso, criticó el modelo económico que reina el mundo actual en todas sus esferas conocidas como capitalismo, que permite a pocos países adueñarse de la economía mundial, enriqueciéndose de forma abusiva a costa de la mayoría empobrecida, dividiendo al mundo en dos bloques: ricos y pobres.
En lo que respecta a Guinea Ecuatorial, la figura madre de la política nacional solicitó de la Organización Internacional de Trabajo OIT colaboración y cooperación y la asistencia en la implementación del Programa de Trabajo Decente por País, asesoramiento en la política industrial para la transformación productiva y el reforzamiento de capacidades al personal para la consolidación y optimización de las políticas emprendidas por el Gobierno.
Según Obiang ante sus homólogos, en este mundo cada vez más interconectado y globalizado, se observa con preocupación la imposición de restricciones y barreras de carácter político y discriminatorio que obstaculizan el ejercicio de la justicia social y plena integración de ciertos países en los intercambios comerciales internacionales, lo que repercute negativamente en la creación de empleo y fomenta las emigraciones tanto vertical como horizontalmente.
La Conferencia Internacional del Trabajo es el máximo órgano decisorio de la OIT. Se reúne con carácter anual en junio y congrega a las delegaciones tripartitas de los 187 Estados Miembros de la Organización.