La G de Guinea
Uno de los iconos que tiene Guinea Ecuatorial en la Isla de Bioko es la catedral de la ciudad de Malabo, construida por el arquitecto español Luis Sagarra Llauradó e inaugurada por primera vez en 1916, siendo vicario apostólico el reverendísimo padre Armengol Coll.
Tras un accidente que provocó un incendio en el edificio, en enero de 2020, provocado, supuestamente, por un cortocircuito en la bóveda, la Catedral ha permanecido paralizada de visitas y actividad durante algo más de dos años.
Una exhaustiva coordinación del presidente de la República, el Gobierno, instituciones, personas físicas de buena fe y el Arzobispado de Malabo, dio paso a la recaudación de los fondos para iniciar y llevar a cabo los trabajos de recuperación de uno de los iconos de nuestro país.
Dos años duraron los trabajos de rehabilitación, que dejaron el inmueble, una modernísima catedral gótica, como un verdadero tesoro de la historia de Guinea Ecuatorial.
El 15 de agosto del 2022 se convirtió, pues, en un año histórico en Guinea Ecuatorial, uno de los mayores acontecimientos recientes en los anales de la historia religiosa del país.
Miles de personas, entre las que se incluía al presidente de la República, Obiang Nguema Mbasogo y esposa, la primera dama de la nación, doña Constancia Mangue Nsue Okomo, miembros del Gobierno, cuerpo diplomático, comunidades religiosas y seglares de varias latitudes africanas, europeas, latinoamericanas, asiáticas, etc., se congregaron el pasado el 15 de agosto en la plaza de la independencia, antigua plaza de España, frente al Palacio Presidencial del Pueblo, esperando pacientemente el inicio de la ceremonia litúrgica.
Era las 11.0 de la mañana de aquel espléndido lunes, con los deslumbrantes rayos solares en el firmamento, cuando dio comienzo la ceremonia inaugural, encabezada por el secretario de Estado del Vaticano, enviado por S.S el Papa, el Cardenal Pietro Parolin, arropado por las autoridades eclesiásticas del Arzobispado y varias comunidades eclesiásticas de la Región Continental, africanas, de España y de otras latitudes.
Una celebración que estuvo cargada de rituales como, por ejemplo, la bendición del inmueble que alberga esta casa de oración.
