La G de Guinea
Una segunda oportunidad para los estudiantes que no pudieron participar en la primera convocatoria, así como aquellos que no lograron superar alguna de las dos fases realizadas.
La selectividad se ha convertido en un reto para los estudiantes en estos últimos años, ya que es el momento en que tienen que demostrar todo lo aprendido durante los años escolares. Lo consideran tan importante, que algunos lo han puesto como el objetivo número uno en su lista de deberes. Algunos, incluso, tras terminar su ciclo formativo, se apuntan a clases privadas donde proceden a dar un repaso adicional a todo lo aprendido como estudiantes.
Sin embargo, lo que fue inesperado para los estudiantes, era el invitado sorpresa presente en el momento de incorporarse a las aulas de exámenes, se trataba de una de las novedades presentadas en la segunda evaluación de septiembre, un aparato detector de metales implementado para controlar que los estudiantes no accedieran a las pruebas con los teléfonos móviles, así como otros objetos prohibidos, tal y como lo establece la normativa de la selectividad.
A pesar de todas esas innovaciones en los controles, algunos estudiantes han asegurado que las pruebas de esta segunda convocatoria han sido más asequibles que las de la primera convocatoria. Este es el caso de Alfonsina Nfumu Ovono, una de las estudiantes, que acudió a examinarse de la fase específica, ya que el año pasado superó la fase general con un notable, según ella,» esta es la tercera vez que vengo a realizar la fase específica y siempre saco la misma nota, 4,30, algo que ya empieza hartarme, porque una misma nota tres veces no es coincidencia, sino sospechoso. En cuanto al examen de hoy, no puedo afirmar que me ha ido muy bien, pero si soy optimista, todo dependerá del que lo corrija. En cuanto al aparato detector de metales, no puedo decir mucho, pues, nos ha sorprendido a todos, no pensábamos que se iba a implementar en esta convocatoria».
Los resultados se publicarán en las próximas semanas y cada alumno deberá llevar consigo su código de matrícula, ya que los exámenes ya no se realizan con nombres propios, sino mediante códigos que solo están al poder de los propios alumnos para evitar afinidad en el momento de la corrección de los exámenes por parte del comité a cargo.
También se espera que los resultados de este año sean mejores que los años anteriores, porque, debido al bajo rendimiento en las pruebas de selectividad de años anteriores, el ministerio procedió a restringir el bachillerato en aquellos centros educativos que no contaban con la capacidad ni el personal competente para impartir dichos cursos.