La G de Guinea

Malabo, 6 de septiembre de 2025
A tan solo dos días del crucial encuentro ante Túnez, la Selección Nacional de Guinea Ecuatorial continúa con su puesta a punto, afinando cada detalle en busca de la victoria que les acerque al sueño mundialista. La jornada sabatina trajo consigo la segunda sesión de entrenamientos en el Estadio de Malabo, escenario que se llenó de energía, concentración y determinación por parte de los jugadores y el cuerpo técnico del Nzalang Nacional.
Bajo la dirección de Juan Michá, el combinado nacional trabajó con intensidad desde las 11:30 de la mañana, en una sesión marcada por la exigencia táctica y el enfoque total en las transiciones rápidas y la presión alta. El ambiente fue serio, pero con una clara sensación de unión y compromiso dentro del grupo. El objetivo: llegar en las mejores condiciones al duelo del lunes 8 de septiembre por la octava jornada de las eliminatorias rumbo al Mundial de Fútbol 2026.
El entrenamiento de este sábado estuvo dividido en varias fases. Tras los ejercicios de activación física y calentamiento, el equipo se concentró en aspectos netamente tácticos. Se trabajaron rondos, posesiones bajo presión y situaciones simuladas de juego, donde el énfasis principal fue la recuperación tras pérdida y la presión en campo rival.
Desde la banda, el míster Juan Michá estuvo atento a cada movimiento, corrigiendo, animando y ajustando detalles sobre la marcha. Según se pudo observar durante la práctica, el cuerpo técnico busca que el equipo entienda cuándo apretar al rival, cómo posicionarse en el campo y cómo recuperar el balón en zonas peligrosas para generar ocasiones de gol rápidamente. La presión no solo debe ser intensa, sino también inteligente, sincronizada y oportuna.
“Queremos que el equipo presione arriba, que no deje respirar al rival y que recupere el balón lo más cerca posible del área rival”, compartió Michá durante un momento de la sesión, haciendo notar su confianza en que el trabajo táctico dará frutos frente a Túnez.
Otro de los aspectos que se entrenaron con especial énfasis fueron las transiciones rápidas. El cuerpo técnico del Nzalang insiste en que el equipo sea compacto en defensa, pero con capacidad para desdoblarse velozmente cuando tenga el balón. Por eso, una gran parte de la sesión se dedicó a trabajar movimientos sin balón, desmarques y ocupación de espacios.
Los jugadores se mostraron muy conectados entre sí, con buena comunicación y una actitud claramente positiva. La compenetración entre líneas fue uno de los puntos fuertes de la sesión, lo que refuerza la idea de que el grupo está asimilando bien los conceptos tácticos que se les exige.
“El equipo ya sabe qué hacer sin balón, cómo moverse, cómo cerrar espacios y cómo atacar en bloque. Es importante que todos estén conectados, y lo están”, comentó el seleccionador a su cuerpo técnico mientras se realizaban las prácticas de presión y contraataque.
Una excelente noticia para el Nzalang es que no hay jugadores lesionados. Todos los convocados estuvieron presentes en la sesión, incluyendo a figuras fundamentales como el capitán Emilio Nsue, Pedro Obiang, Iban Salvador, Saúl Coco, Jesús Owono, Omar Mascarell, Basilio Ndong, José Nabil y Gael Ondo, entre otros.
La carga física de los entrenamientos ha sido alta, pero bien manejada. Michá y su equipo técnico están aplicando una planificación cuidadosa que incluye recuperación activa, sesiones de fisioterapia, masajes, baños fríos y seguimiento constante al estado físico y mental de cada jugador. La consigna es clara: mantener a los futbolistas a su máximo nivel sin correr riesgos innecesarios.
“Están a tope, motivados, sin molestias y con muchas ganas de competir. No tenemos bajas y eso ya es una gran ventaja a estas alturas. Veo al equipo muy bien preparado”, expresó Michá con seguridad mientras observaba cómo finalizaban los ejercicios del día.