La G de Guinea
Varios ciudadanos aceleran la desaparición de las tortugas marinas en Guinea Ecuatorial, al ser uno de los platos favoritos de «pepesup» para muchos, en los bares y restaurantes de la ciudad de Bata, a pesar de ser una de las especies en peligro de extinción. Y protegido por las leyes nacionales e internaciones para mantener su existencia.
Tras 12 años de dura investigación científica realizada en las costas de Guinea Ecuatorial por Carolina Martinez investigadora y conservacionista, experta en las tortugas marinas y directora del proyecto tortugas marinas de Guinea Ecuatorial (TOMAGE) profesora de la universidad nacional de Guinea Ecuatorial en la facultad de humanidades y ciencias religiosas en el departamento de cultura y turismo; presentó el pasado miércoles 14 de junio en el centro cultural de España en Bata, la ponencia con el título consumo y venta de las tortugas marinas en los bares y restaurantes de la ciudad de Bata: ¿Moda o tradición?, en honor al día mundial de las tortugas marinas, que se conmemora cada 16 de junio, fecha coincidido a su vez con la semana del medio ambiente.
Las tortugas son reptiles marinos que viven en los mares y se encuentran en todas las aguas tropicales, hay siete especies en el mundo y cuatro de ellas están en Guinea Ecuatorial, como golfina, laud, verde y Carey, son especies mucho mayor que la existencia del hombre, evolucionaron hace 110 millones de años y no han desarrollado mucho desde entonces, son muy longevos hasta llegan a los 80 años de existencia, algo que les hace únicas con las demás especies marinas.
Las tortugas marinas desempeñan un papel esencial en cuanto al desarrollo de otras especies marinas, porque mantener un equilibrio en la naturaleza, así en los ecosistemas marinos, al ser las únicas especias que siguen desde la antigüedad como lo eran los guinosauros, y otras especies más, es importante conservar esta especie para mantener su supervivencia a que no se extinga y aplicando los acuerdos internaciones y las leyes de manejo de recursos naturales para poner fin a la comercialización de las tortugas marinas y sus productos derivados para los consumidores como lo son en las ciudades costeras de la región continental, que utilizan las tortugas marinas como fuente de ingreso en la economía y comida. Tienen que desarrollar alternativas economicas para conservar este recurso para las generaciones futuras, eliminando así los impactos humanos en las playas, como la eliminación de la basura en las playas, las mareas negras y la reducción de las capturas a las tortugas marinas, al ser una de las especies en peligro de extinción.
En el marco del día mundial de las tortugas marinas, se escuchó la ponencia presentada por la directora de las tortugas marinas en Guinea Ecuatorial, Corolina Martínez, que viene a despertar la moral de los asistentes a esta presentación de su investigación, al señalar cómo ha aumentado el consumo de las tortugas por los residentes en las ciudades costeras como Bata, Mbini, Corisco, Cogo Río campo al ser los lugares de alto consumo así las etnias. Según Carolina, el consumo y la venta de las tortugas en los bares de la ciudad de Bata aumentó entre los años 2016 hasta 2019, pero por la crisis económica y la aparición de coronavirus han disminuido el consumo de las mismas en la ciudad de Bata. En una investigación realizada por conocer los barrios de alto consumo y puntos de venta de esta especie: Destacó ekuku, ukomba, komandakina asonga pueblo como puestos focales con alto consumo, entre las etnias los fang ocupan el 70% y los Ndowe el 30%. La desaparición de las tortugas marinas es un problema que afecta todos y pone en peligro la vida de otras especies marinos, así como las personas.