Entre las matemáticas y las estadísticas se halla un juego tradicional fang: El AKONG

El carácter ameno de los deportes no solo y únicamente se limita ahí. Cobra sentido también en juegos que, aun cuando no son deportes reconocidos como el fútbol, el baloncesto, etc., entretienen, no solo a los protagonistas, sino al público que, como en las modalidades citadas anteriormente, suelen tener incluso más ideas y visión de juego que los confrontados. Esto es el AKONG.

Una partida de Akong entre dos compañeros de trabajo.

Aun cuando sea yo un aficionado del juego desde temprana edad porque era uno de nuestros entretenimientos favoridos en el pueblo, trataré de confeccionar estas líneas con la herramienta básica de los periodistas: La investigación. Dicho lo cual, el AKONG, en Guinea Ecuatorial, SOHÓNG, en Camerún y Gabón, AWALE, generalizado en otras partes del África Subsahariana. Es un juego cultural que consiste en un ejercicio de estrategias, donde el campo de actuación está formado por un tablero, “Mbek Akong” en fang (Ntumu), dividido en cinco partes: cada uno con dos compartimentos paralelos, compuestos por siete casillas; las otras dos comprenden unos casilleros poco más amplio donde cada jugador aglutina las fichas que confisca al otro durante el juego; y la última parte situada en el medio, sirve de guarida para las fichas para cuando ya no hay necesidad de continuar con el juego.
El Akong tiene una estructura rectilínea, al mismo tiempo cuadrilátera, con una longitud aproximada de 1.20 metros, y unos 17 centímetros de altura.
Según el Museo Antropológico de Madrid, en su estudio sobre este juego tradicional arraigado dentro de la cultura fang en Guinea Ecuatorial, en el juego intervienen dos jugadores que se sienten cada uno en su extremo mirándose las caras. Intentan rotativamente, llenar cada casilla con el mayor número de fichas posibles, reflejo de la preocupación por la fecundidad, la cosecha agraria y el aumento de la fortuna, perdiendo el jugador que se queda con menor número de fichas.
En este sentido, aunque actualmente se ve muy profanado, el escenario de juego del Akong en el pueblo fang es el Abahá. Lugar céntrico de las aldeas en el cual se coloca el “Mbek Akong”, concurrido generalmente por adultos y ancianos, donde se mide, en cuanto al Akong se refiere, la capacidad de los hombres del pueblo, así como algunos jóvenes y adolescentes que en ocasiones se acercan. En efecto, desde este escenario, los moradores suelen recibir también alguna hueste o villas andantes que desean descansar tras un largo recorrido. Estos, que generalmente suelen distraerse mediante el juego, si consiguen ganar en estrategia de juego a todos los oriundos concentrados en el Abaha, tienen el poder o la potestad de llevarse el Mbek Akong a su destino. Simplemente por haber demostrado excelentes dotes de habilidad en el juego.

Una partida de Akong


Según corrobora Miguel GIMENEZ RUIZ en su libro AKONG: SU REGLAMENTO DE JUEGO, antiguamente, este juego era practicado únicamente en la casa de palabra o Abahá como un juego público por los intelectuales en los momentos de ocio, sobre todo en los fines de semana. Con el tiempo fue evolucionando, hoy en día, el AKONG es practicado no solamente por los ideólogos o personas de mayor edad, sino que también por mujeres, jóvenes y adolescentes. Es precisamente cuando el AKONG llega a su plenitud, que se justifica con la organización de competiciones, tanto en las fiestas locales y nacionales, así como en los momentos en los que los patrocinadores lo deseen, cualquier ocasión es buena para organizar un torneo de Akong.
“Los ideólogos de este juego lo bautizaron con el nombre de KONG, debido al sonido que se produce durante el juego, cuando caen las fichas en las casillas del tablero de juego. Cuando el tablero de juego y las fichas son nuevos, el golpe es suave, pero con el paso del tiempo, el sonido es más fuerte. Más tarde, se antepuso una vocal a esta palabra, por lo que finalmente el juego recibió el nombre de AKONG”.
Regresando a la composición del Mbek Akong, como ha quedado señalado líneas atrás, es una estructura compuesta de catorce casillas, y en el momento de iniciar el juego, cada una integra cinco fichas o Mengok Me Akong, procedentes de un árbol que, en la mayoría de los casos crece muy cerca de los poblados (el Ezáng). En este sentido, estas cinco casillas marcan un punto de inicio del límite de confiscación al adversario, conocido como Yini. Este comienza, como está señalado, de las cinco fichas hasta el infinito (teniendo en cuenta que una partida de Akong integra 70 fichas…).
El yini propiamente dicho, es decir, con autoridad de atravesar el lado contrario, comienza con catorce fichas. Consistente en dar una vuelta por el Mbek Akong dejando una ficha por casilla, menos la casilla inicial, es decir, el punto de partida, al completar el giro, cuando son catorce fichas, la sobrante se deposita en el casillero que contiene las fichas confiscadas (Abaha). Y si son más de catorce, se retoma el reparto en la parte del contrincante para confiscar todas las fichas que se encuentran en la cantidad de casillas que haya alcanzado la distribución, generalmente suelen ser 15; se lleva las dos primeras casillas del adversario, siempre y cuando no haya alguna que contenga más de cuatro fichas; 16: las tres; 17: las 4; 18: las 5; 19; las seis; y si el yini alcanza las 20 fichas cuando en la parte del oponente no hay ninguna casilla intermedia que tenga más de cuatro fichas (yini), el yini principal se queda en desuso. Y con esa dinámica de juego, la persona que logra mayor número de fichas confiscadas se proclama ganador de la partida. Teniendo en cuenta también que, las partidas de Akong solo pueden tener dos resultados: ganada o empate.
Según el artículo 9 del reglamento de Akong, durante el desarrollo de una partida, cada jugador busca mecanismos para obtener un banco de fichas, de forma que tenga una cantidad tal que le permita realizar con éxito una jugada simple, doble o múltiple según las posibilidades que encuentre a su alcance. Durante el lance de juego, los dos jugadores utilizan técnicas que les permiten obtener mayor número de fichas que el adversario para poder vencerle. Para ello, cada jugador emplea una técnica que permite contrarrestar la del otro para que al final de la partida tenga un número de fichas superior al de su adversario.
En los momentos de ocio, el juego está lleno de expresiones de animación e intimidación de un jugador a otro, cuando los dos o uno de ellos lo desee. De la misma forma, los espectadores y otros jugadores que están en espera también pueden hacerlo. La participación de un jugador en un combate se realiza por orden de llegada; es decir, se guarda la cola. En las ciudades, debido a las actividades laborales, para que un jugador que ha llegado después que los demás, o está en la cola, pueda jugar antes de los que ha encontrado delante, puede invitar al ganador de un combate y tener acceso a poder jugar sus propias partidas. Si pierde en las dos partidas o empata frente a su adversario, puede seguir comprando las plazas de los siguientes jugadores, tantas veces su intención sea consensuada con el jugador de turno.


Es de señalar, según GIMENEZ RUIZ, que el juego de AKONG se ha venido practicando de generación en generación; en la época colonial algunos miembros de la etnia Fang emigraron a los países de África Central y del Oeste y llevaron consigo sus costumbres, ritos y creencias; en resumidas cuentas, llevaron su tradición. Por lo tanto, debido a sus múltiples asentamientos, el juego está siendo practicado en esos países, con algunas diferencias de sus formas y normas de procedimiento. Asimismo, el Akong también se practica en España, Rusia, China y en cualquier lugar donde se reúnan varios miembros de la etnia Fang. Entre los países africanos que practican el AKONG, se puede citar: Guinea Ecuatorial, Gabón, Camerún, Congo, Brazzaville, Congo, Kinshasa, Nigeria y Senegal.
En definitiva, el carácter inclusivo del juego tradicional Akong, es decir, la posibilidad de que jóvenes, menores, ancianos, hombres, mujeres, etc., no solo de la etnia fang, sino actualmente de otras etnias, puedan practicar este juego en tiempos de ocio, así como en competiciones, sitúa al Akong como el juego tradicional más practicado en Guinea Ecuatorial en la actualidad. Tanto es así que se está hablando ya de una posible “Federación nacional de Akong”, y los ganadores de competiciones de este juego ya son capaces de ganar millones.
“Las matemáticas intervienen en este juego porque, se deben conocer a priori la cantidad de fichas que contiene el tablero de juego, luego saber contar las fichas que contiene cada casilla, tanto en la parte del mismo jugador como en la de su adversario; de esta forma poder adicionar, multiplicar, sustraer y dividir el número total de fichas con el adversario; con el propósito de que cada jugador busque la forma de obtener la mayor parte al final de la partida.
En este juego se entiende por inferencia estadística, cuando cada jugador reflexiona de la mejor manera posible para poner en situaciones difíciles a los procedimientos de juego de su adversario, de tal suerte que este resulte ser el perdedor. En estas situaciones extremas, cada jugador reflexiona sobre el alcance y consecuencias de su jugada, porque sabe que no necesariamente la jugada que haga será un éxito o un obstáculo para su contrincante”.
Por tanto, el juego de AKONG es considerado como un juego de probabilidades, porque al comienzo del juego las fichas tienen una división proporcional en cada parte del tablero de juego, pero en muchas ocasiones al final de la partida la distribución de las fichas para los dos jugadores ya resulta ser una división proporcional de acuerdo a la técnica, astucia y la experiencia de cada jugador demostradas durante el desarrollo de la partida; es decir, una distribución proporcional acorde a las cualidades de cada jugador. Por otra parte, en ciertas ocasiones resulta que un jugador considerado como uno de los mejores, durante la partida comete errores cuando juega con otro que es o no de su talla y finalmente es vencido. En estos casos, los resultados son considerados como aleatorios, porque normalmente debe ganar el mejor y el resultado es diferente a lo esperado. De ahí que el dominio matemático-estadístico tome esencia en este juego tradicional de la etnia fang.

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