Monseñor Juan Domingo recuerda que el sacerdote no es un funcionario de la Iglesia, sino un ministerio divino fecundo


El obispo, en la ordenación de un nuevo sacerdote en la Basílica de Mongomo, exhortó a no pedir dinero a los sacerdotes.

El ordenando postrado durante el canto de letanías, actitud de profunda oración

El obispo de Mongomo y presidente de la Conferencia Episcopal de Guinea Ecuatorial, Monseñor Juan Domingo Beká, presidió el pasado sábado, 13 de abril, la ordenación sacerdotal de un diácono que venía prestando servicio diaconal en la parroquia de Cristo Rey de Mebam. El evento tuvo lugar en la Catedral Basílica de la Inmaculada Concepción de Mongomo.
El diácono ordenado fue el Rvdo. Domingo Ekomo, de 34 años, natural de Esong Concentrado, distrito de Nsork, que fue reconducido al servicio de la comunidad parroquial de Mebam, donde también ejerció en el ministerio diaconal. Ahora asumirá nuevas responsabilidades como vicario parroquial, un cargo que solo pueden desempeñar los presbíteros ordenados.
El rito de ordenación sacerdotal, que ofició el sucesor de los apóstoles de la Iglesia que peregrina en la provincia de Wele Nzas, por la imposición de manos y la oración consecratoria, es la plena consagración de un cristiano para hacer las veces de Jesucristo, cabeza y pastor del Pueblo de Dios, a través de la predicación, la presidencia de los sacramentos y el servicio fraternal.
El obispo, durante su homilía, exhortó al ordenando a ejercer el ministerio que recibía con dignidad. Además, subrayó que las tentaciones que sufren muchos sacerdotes son la pérdida de la belleza de Dios, la contemplación. Muchos de nuestros hermanos se olvidaron de que la adoración divina es un deber fundamental, por ser el autor de nuestra vocación y misión.
El prelado también denunció la patente “herejía de las obras”, es decir, la pretensión de buscar el éxito del apostolado en la actividad y con talentos individuales.
“No obstante, Dios quiere que nuestras obras sean fruto de una relación íntima con él”, matizó, agradeciendo también a la familia, los amigos y bienhechores del neo presbítero. Les encomendó, además, que le siguieran acompañando y le recordaran su estilo de vida.
“No le pidáis dinero, pedidle que rece mucho. El sacerdote no es un funcionario de la Iglesia, sino un administrador de los misterios de Dios, su fecundidad en el ministerio sacerdotal y la eficacia de su acción pastoral dependen esencialmente y, antes que nada, de su comunión de vida con Cristo”, subrayó.
Domingo Ekomo Biyogo Nzang, hijo de Marina Nzang y Manuel Biyogo, nació el 9 de junio de 1990 en el consejo de poblado de Esong Cdo, distrito de Nsork Mbatung, provincia de Wele Nzas.
Realizó la formación sacerdotal en el Seminario Mayor Inter diocesano «La Purísima» de Nkolombong. Después de los estudios primarios en su pueblo natal, realizó los estudios secundarios en los centros de Ndjong Melen, Bata LT y Rey Malabo. También abandonó la carrera de Filología hispánica en la Universidad Nacional de Guinea Ecuatorial en su segundo curso.

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