La G de Guinea
Con una participación del 59%, el Consejo Nacional Electoral anuncia la victoria de Nicolás Maduro, mientras la oposición denuncia irregularidades y la comunidad internacional pide transparencia.

El Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE) proclamó este domingo a Nicolás Maduro como ganador de las elecciones presidenciales, tras una jornada marcada por una alta participación del 59%. Seis horas después del cierre oficial de los centros de votación, Elvis Amoroso, presidente del CNE, informó que con el 80% de las mesas escrutadas, Maduro obtuvo 5.150.092 votos, lo que representa el 51,20% del total. Su principal oponente, el líder opositor Edmundo González, consiguió 4.445.978 votos, equivalente al 44,2%.
El anuncio del triunfo de Maduro ha desatado una ola de reacciones en Venezuela. La oposición ha denunciado numerosas irregularidades en el proceso, poniendo especial énfasis en la demora en la publicación de los resultados, lo que ha generado un ambiente de desconfianza y tensión. Estas elecciones eran vistas como cruciales para la oposición, que esperaba poner fin a 25 años de chavismo.
El presidente del CNE, Elvis Amoroso, justificó el retraso alegando un supuesto ataque “terrorista” que afectó la transmisión de datos. Esta explicación ha sido recibida con escepticismo por parte de la oposición y ha alimentado las sospechas de manipulación del proceso electoral.
Los líderes opositores, como Edmundo González y María Corina Machado, han expresado su rechazo y han denunciado la falta de transparencia, lo que ha llevado a manifestaciones de respeto al proceso por parte de varios países de América Latina.
La comunidad internacional no ha permanecido indiferente. El presidente de Chile, Gabriel Boric, ha cuestionado públicamente los resultados y ha exigido una mayor transparencia en el proceso electoral.
Por su parte, la Cancillería de Colombia ha enfatizado la necesidad de un conteo de votos que garantice la plena confiabilidad para todas las partes involucradas. Estas reacciones reflejan la creciente preocupación internacional sobre la legitimidad de los resultados y la integridad del proceso electoral en Venezuela.