Desaparece la plataforma SIG

SIG era un sello que operaba en la clandestinidad promoviendo la estafa piramidal en Guinea Ecuatorial

“Una estafa piramidal, tal y como lo indica su nombre, es aquella que se desarrolla en forma de pirámide, de tal forma que, en la punta de esta, se encuentra el dueño del producto y, de arriba hacia abajo, se van integrando participantes con la condición de que los primeros integrantes obtienen más ganancias”, cuenta Simón Ondo, un informático.
“Funciona a base de confianza, donde el cabecilla de la pirámide ofrece una cantidad monetaria a sus subordinados a cambio de convencer a un número de personas de integrarse a sus negocios. De esta forma, los promotores del negocio son los únicos que obtienen ganancias, usando la promesa de un alto retorno en un período corto para convencer a más personas de sumarse a ellos y, a los nuevos reclutas, les espera la misma condición de aportar nuevas personas a la estafa si quieren ver alguna ganancia monetaria. En resumen, los promotores suelen ganar más que los nuevos reclutas y, a medida que se van sumando más personas, aquellos en lo alto de la pirámide son quienes obtienen más beneficios”, seguía comentando el informático.
Así lo corroboró otro joven, Idelmiro José, que, en su momento, les advertía a sus conocidos que SIG era una estafa. “Así advertí a la gente para que no se fiaran de eso”.
Catalina Obono, una víctima de SIG, aseguró que “este sello era una plataforma que venía estafando a la gente en otros países utilizando otro nombre y empezó a estar operativo en Guinea Ecuatorial en septiembre de 2023. En la plataforma ya éramos más de 10 mil personas en el país. Los de SIG hacían pedían inversión para organizar eventos, para luego irse con el dinero de los que participaban en ellos”.
La señora Obono habló en la línea del informático antes mencionado revelando que, “nos amenazaban con expulsarnos si comentábamos que SIG era una estafa piramidal”.
La señora también nos habló de la estrategia de robo que terminó utilizando esta macro empresa del mercado negro. “Primero bloquearon los retiros, pero sí seguían operativas las oportunidades de ingresos reduciendo incluso un porcentaje de la tarifa ya conocida para así pescar a más inocentes. Yo también quise reinvertir para subir de nivel, pero decidí esperar porque empecé a sospechar que ya se iban a retirar, al ver que ya no podíamos efectuar los cobros, lo que denominaron Canal verde”.
El toque final fue el de volver a pedir a sus víctimas una inversión de 50 dólares si querían retirar su dinero.
Otro que prefiere conservar su anonimato, se atrevió a confesarnos que “antes de poner mi dinero en SIG, ya sabía a qué me estaba enfrentando, una estafa piramidal, pero invertí porque sabía que iba a recuperar mis fondos. La clave en estos sistemas es ser uno de los primeros en unirse y saber detectar las señales que indican que la plataforma está a punto de retirarse y, en el caso de SIG, lanzaron ciertas ofertas para que la gente picara. Los que cayeron en la trampa y pensaban que SIG era real fueron pescados”.
Habló con la frente alta mientras decía: “respecto a si gané o perdí, puedo decir que gané, y todo lo que obtuve en SIG lo invertí en una plataforma como SIG, cuyo nombre no voy a decir.”

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