Los secuestradores de los 300 estudiantes en Nigeria amenazan con matarlos si no se les paga 600.000 euros

La banda criminal que secuestró a más de 300 estudiantes en Nigeria rompe su silencio y pide 600.000 euros al gobierno para la liberación de los rehenes en 14 días, en caso de no cumplir sus demandas “matarán a todos”.

Aula vacia

El grupo que secuestró el pasado 7 de marzo a casi 300 estudiantes en el estado nigeriano de Kaduna, en el centro-norte del país, exigió un rescate de 1.000 millones de nairas (unos 600.000 euros) o de lo contrario matarían a los rehenes a más tardar a principios del próximo mes, según informaron fuentes locales al portal de noticias nigeriano People’s Gazette.
El ataque fue efectuado por “cientos” de integrantes de una banda de “bandidos”– así designa el Gobierno nigeriano a estas organizaciones criminales basadas en el secuestro y la extorsión — al colegio e instituto de la Autoridad Educativa Local en Kuriga. Al principio secuestraron 127 estudiantes de primaria, luego se llevaron otros 187 alumnos de secundaria, así como varios responsables del centro escolar, incluido su director. Lo único afortunado fue que 25 estudiantes lograron escapar de los secuestradores a las pocas horas de haberse cometido el ataque.
Precisamente, fue el director quien proporcionó a los secuestradores el teléfono móvil de uno de los residentes de la localidad de Kuriga, quien sirvió de primer intermediario de las demandas de los secuestradores.
Este ciudadano, Aminu Jibril, recibió la llamada de los captores en torno al mediodía de este pasado jueves a través de “un número oculto”.
“Amenazaron con matar a todos los niños, a los 287”, explicó Jibril antes de indicar que los secuestradores exigieron el pago del rescate “en un plazo de 20 días”. Todavía se desconoce si dicho plazo empieza a contar desde el momento de la llamada o desde el día en que se cometió el secuestro.
Jibril trasladó inmediatamente toda esta información a un grupo de intermediarios que, a su vez, se lo hicieron saber al comisario estatal de Asuntos Internos, Samuel Aruwan.
La llamada de los secuestradores tuvo lugar solo un día después de que el presidente de Nigeria, Bola Tinubu, instara una vez más a las fuerzas de seguridad del Estado a que tratasen el secuestro de los estudiantes de Kaduna con la máxima urgencia posible para garantizar que “los secuestradores no recibieran un solo céntimo” en concepto de rescate, según trasladó después su ministro de Información, Alhaji Muhammed Idris, en declaraciones recogidas por el diario nigeriano ‘Vanguard’.
Jibril ya avisó que la comunidad local de Kuriga no podía recaudar dicha cantidad de dinero de ninguna forma: “No podríamos conseguir ni 500 millones de nairas ni aunque vendiéramos todas nuestras propiedades, ni aunque nos vendiéramos a nosotros mismos. El Gobierno y las organizaciones internacionales tienen que intervenir”, solicitó.
Actualmente, la alerta por la alarmante oleada de secuestros se extiende a los estados de Adamawa, Bauchi, Borno, Benue, Yobe, Katsina, Abuja, Kebbi, Sokoto, Plateau, Zamfara, así como al territorio de la capital federal, Abuja, y otros tres estados.
Las cantidades millonarias exigidas por los secuestradores, dejan al gobierno nigeriano y a la comunidad internacional desconsolados, al tratarse del peor negocio criminal existente en Nigeria en los últimos años.

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