Tensión en el vestuario de Barcelona antes del clásico


A solo dos días del clásico español, el ambiente en el vestuario del FC Barcelona está marcado por la división, tras su eliminación de la Liga de Campeones el pasado martes frente al Paris Saint-Germain.

La derrota del FC Barcelona ante el PSG, marcada por la expulsión temprana de Ronald Araújo, ha sido el punto de partida de un visible conflicto entre Ilkay Gündogan y el defensor uruguayo Ronal Araujo. Gündogan, uno de los fichajes estrella de la temporada, no ocultó su frustración por la actuación de su compañero, que a su juicio comprometió las posibilidades del equipo en el torneo europeo.

«Decepcionado. Estaba en nuestras manos y se lo dimos al PSG de la manera más simple. Se lo dimos», declaró Gündogan, quien añadió críticas específicas hacia la jugada que costó la expulsión de Araújo. «En estos momentos difíciles tienes que estar seguro de llegar al balón. Si no llegas, debes mantenerte alejado. Hubiera preferido conceder el gol o darle al delantero el mano a mano», explicó el centrocampista alemán, señalando que la opción de dejar actuar al portero habría sido más beneficiosa que jugar con un hombre menos.

Las palabras de Gündogan no fueron bien recibidas por Araújo, quien en un evento benéfico evitó profundizar en el conflicto, pero expresó su disgusto: «Prefiero guardarme para mí lo que pienso. Tengo códigos y valores y hay que respetarlos». Al ser consultado sobre si Gündogan había roto esos códigos, el defensor prefirió no responder y pasar a la siguiente pregunta.

Ante este escenario, Sergi Roberto, primer capitán del equipo, intervino para apaciguar los ánimos y ofreció una perspectiva conciliadora: «Gündogan explicó lo que pasó en el partido, pero sin ninguna intención de señalar a nadie».

El FC Barcelona se encuentra en una situación complicada, liderando La Liga con ocho puntos de ventaja sobre el Real Madrid, su próximo rival. El Clásico no solo representa una oportunidad para consolidar su liderato, sino también para demostrar unidad y resiliencia tras los recientes tropiezos.

Este enfrentamiento llega en un momento en que el club necesita más que nunca mostrar una imagen de cohesión y fortaleza, especialmente cuando las diferencias internas amenazan con socavar el espíritu de equipo tan necesario para afrontar los desafíos que se avecinan.

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